.Me persigue un dios, me corre un diablo, me sacude el
viento, me traga la tierra, me conspira el universo, me hace un guiño el sueño,
me levanta el sol, me tiñe de rojo cuando dice: estás vivo!
Dulce me cantan al oído y tiemblo… tiemblo pero
no pasa mi deseo… me arrastra a un callejón esplendido de soledad y de sol y la
cornisa sedienta de suicidas me invita a sentarme para ver la ciudad desde lo
alto y sentirme maravillosamente feliz entendiendo nada de la vida, ni de las construcciones,
ni del lenguaje, ni de mi sangre, ni de mi voz. Me invitó pero seguí caminando,
ignorándola pensé en volver, pero cuando tenga menos sueño para poder contarle
y que me escuche, que conozca el universo, que me conceda y que deje sucederme …
MdV.
Me cae la culpa de lo que pienso hacer y pienso el delito
pero temo no aguantar la pena y sufre el cuerpo que espera un encuentro alado
que quizás sea en el cielo o en el infierno, depende de donde me quieran
esperar,me vigila la conciencia.
Un ancestro teme un regreso pero me cuida el alma un
antepasado que murió de amor… cuanto es lo que sale de acá dentro? Donde habita
la cordura para evitar un latigazo? No existe un limite visible, no existe el
cuidado fuera de mi… lejos veo andar, me veo andar con firmeza descreyendo del
amor, solo en estos brazos caídos, débiles, en silencio con la derrota o con el
triunfo por resistir? porque no? Porque no!
MdV.

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