Tal vez fue cuando él era un niño de unos 13 ó 15 años, con una vida complicada y padres ausentes...él trabajaba en el puerto. Cargaba bolsas de vaya a saber qué cosa, en barcos que tenian destinos que el nunca conocería. Habrá sido esa mañana en la que ella le vendió un pan, cuando cruzaron su primer mirada en esta tierra? seguramente se sentaron a comerlo juntos, haciendole la contra a la soledad abrumadora de aquellos días...pero nunca mas se volvieron a ver...ese día en el puerto, en esa vida, la suerte no estuvo de su lado...su cuchillo no fue afilado y el puñal de la envidia de aquellos que no concen el amor, se clavo en su corazón...
Aunque también pudo haber sido en la vida en que ella fue una "niña bien" y el su profesor de artes. En ese momento ella, una delicada señorita oriental, buscaba la belleza en lo simple y él le enseño todo lo que debia saber, porque habia nacido antes que ella, y conocia todo, menos el amor...eso se lo enseño ella con sus ojos risueños....
Sin embargo, estoy convencida de que fue en aquella vida, en la que fue ella la que vivió las cosas más tristes que a un ser humano le pueden pasar...y él fue la única paz que ella pudo encontrar...en esa vida plagada de guerras y desolación, ellos fueron una isla de destierro y amor del más puro que puede existir...
Cuantas vidas habremos pasado sin decirnos lo que sentimos?
Cuantos segundos en años luz, nos habremos mirado a los ojos, llenos de amor?
Será que repetimos las historias...que no somos ninguno y todos a la vez...que el tiempo no es lineal y en cada rulo que da, no nuestra lo equivocados que estamos en cada momento...será que el concepto de hogar es flexible y nos falta construir el nuestro...
Tal vez, hay cuentas que saldar y cósmicamente estamos destinados a sufrir y amar de la misma manera, hasta que tomemos aquel primer cuchillo...lo afilemos...cortemos los hilos del destino, y vivamos la vida que hace varias vidas nos debemos...
Vero
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